En el ámbito médico, la integración sensorial es una característica humana encargada de procesar la información percibida a través de los 5 sentidos para así organizarla y actuar acorde a los estímulos. Además, esta característica responde también a los estímulos internos como el sentido del equilibrio y de nuestra posición en el espacio, relacionando así, lo sensorial con lo motor (1).

Este proceso se da de manera automática y natural en la mayor parte de los niños durante su crecimiento y desarrollo. Por este motivo es que, usualmente, nadie piensa en esta característica de forma consciente.

El problema aparece cuando hay una disfunción del procesamiento sensorial capaz de producir una inadecuada integración de los estímulos internos y externos, generando importantes repercusiones en las diferentes actividades diarias del niño, incluyendo:

  • Dificultades para concentrarse y mantener la atención en una tarea.
  • Mayor o menor sensibilidad a los sentidos.
  • Problemas de comportamiento
  • Incoordinación en la planificación, organización y ejecución motriz.
  • Fallas en la modulación y procesamiento de actividades sociales.
  • Retrasos en el habla y el lenguaje.
  • Problemas en el procesamiento viso-espacial.
  • Incapacidad para realizar habilidades de destreza y coordinación.
  • Alteraciones relacionadas con la alimentación.

Esto explica cómo niños cognitivamente brillantes no son capaces de hacer cosas normales para la edad o que niños pertenecientes a familias ejemplares tengan problemas a nivel social.

Si bien estos problemas muchas veces pueden pasar inadvertidos para aquellas personas no especializadas en el tema, a veces estos son tan llamativos que es imposible ignorarlos. Independientemente del caso, hoy en día se aplica una terapia de integración sensorial, la cual es llevada a cabo por personal entrenado en diagnosticar y tratar los síntomas relacionados a la disfunción del procesamiento sensorial.

Mediante la terapia de integración sensorial se brinda un espacio destinado a la estimulación planificada y organizada del sistema nervioso central del niño a través de la inclusión de diversas técnicas, materiales y herramientas en función de mejorar su relación con el ambiente que lo rodea con el fin de desarrollar una adecuada funcionalidad (1, 2).

Algunas de las cualidades que caracterizan esta intervención incluyen:

  • Participación activa y motivación intrínseca por parte del niño.
  • Es individualizada y adaptada a las necesidades y características de cada niño.
  • Las actividades son propositivas y proporcionan el reto adecuado.
  • Las actividades proporcionan la experiencia sensorial que el niño necesita y busca.
  • Siempre a través del juego.

De este modo, el niño adquiere conocimiento de forma normal, sencilla y segura, aumentando así sus habilidades de comunicación e interacción con el entorno hasta su integración e independencia.

1. Moya Rosendo, D. / Matesanz García, B. - LA TEORÍA DE LA INTEGRACIÓN SENSORIAL (2012)

2. Molina Velásquez, T. / Banguero Millán, L. - Diseño de un espacio sensorial para la estimulación temprana de niños con multidéficit (2008)